Aborto y Salud Mental
Las consecuencias por un aborto tanto involuntario como inducido son múltiples y muy marcadas, no deben ser tomadas a las ligera. Las mujeres que han pasado por esta terrible experiencia deben ser atendidas por personas capacitadas que lleven a la mujer a tomar todas las medidas correctivas con relación a su salud (aun entendiendo que hay consecuencias irreparables, como puede ser la infertilidad), con relación a su situación mental y espiritual, que puedan orientar a la mujer a conocer al Señor Jesús, quien es la única fuente de paz, de perdón y de sanidad para una mujer que ha pasado por esta situación. Fuera de Jesucristo solo se puede dar alivio al síntoma, pero no se puede aliviar la enfermedad.
En el 2004 según el Instituto para la rehabilitación de la mujer y la familia, en Ciudad de México, se entrevistaron 217 mujeres norteamericanas, que habían sufrido aborto inducido. El 65% de las mujeres sufrían múltiples síntomas de trastorno por estrés postraumático, y el 14% cumplía con todos los criterios diagnósticos del trastorno por estrés postraumático inducido por el aborto (Cardoso, 2017).
Por otra parte, Fergusson, Horwood y Ridder (2006) realizaron un estudio a 630 mujeres en Nueva Zelanda y sus resultados fueron que: “El 78.56% de las mujeres que experimentaron un aborto sufrieron de depresión mayor, mientras que el 64% de ellas presentaron un cuadro de ansiedad. Estos datos resultan preocupantes si se compara el porcentaje de mujeres embarazadas que suelen sufrir depresión o ansiedad (35.7%), con el de mujeres sin vivencia de embarazo que presentan los mencionados trastornos (31.2%). En cuanto a las ideas de suicidio, se pudo analizar que el 50% de las mujeres contemplaron esta idea después de sus abortos.”
Entre más aumentan las mujeres entrevistadas las cifras parecen ser más desalentadoras. En Noruega, Pedersen (2008) realizó un estudio a 5.768 mujeres jóvenes, entre los 15 y los 27 años, el cual concluyó, que las mujeres que se sometieron a un aborto inducido tienen un riesgo del 95% de sufrir depresión posparto.
En conclusión, las mujeres que se han practicado un aborto tienen un altísimo riesgo de sufrir depresión y todos los problemas psicológicos asociados a este trastorno, como son:
Todos estos síntomas tienden a tornarse más fuertes, a medida que el embarazo se encuentra en estado avanzado.